lunes, septiembre 03, 2007

Me siento sucia y malgastada. Me he bañado tres veces en el día para sacarme la sensación de “utilidad pública” que me dejaste en el cuerpo. He fumado más que una puta amargada en una esquina, me dejaste los ojos entristecidos y la boca bien cerrada.
Ya no se qué hacer para que entiendas que en el mundo hay mas entretenciones que mi cuerpo y mis sentimientos, que no soy una clausula de salida fácil, un escape rápido a tu virilidad adolescente.
Estoy dopada, defraudada y herida. Cansada de lamentarme y arrepentirme.
Y vienes así nada mas, llegas, me tienes y te vas. Créeme que yo también siento a veces, mas que tu… mucho mas que tu.
Que esto ya me llegó hasta el cuello y me ahogo, me presiona y disminuye. Soy potencialmente ingenua, tonta, crédula y confiada. Ya no quisiera saber mas de esto, pero no quiero irme con la sensación de botar todas las ilusiones por la cañería. Que lo que dije es cierto, que lo que hice fue más cierto aún, con los ojos empapados de recuerdos y sentimientos vagos.
Vomité todo y no guardé nada para una segunda vuelta, escavé y escavé en mi cabeza para encontrar todo lo que debía decirte, pero me parece que se me olvidó decirte que la única persona que pierde aquí, soy yo.
Que tu emocionalidad madure de una vez por favor y no te arrepientas jamás de hacerme creer tantas cosas sobre nosotros dos.

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