miércoles, octubre 31, 2007

Me debe una disculpa pública por dañar parte de un orgullo creciente, por tratarme de algo que no soy y jamás pensaría ser.
Por burlarse de lo que dije alguna vez, y querer lavar cerebros a su manera de objetivizar las cosas.
Su enfermedad sexo maniaca compulsiva de acostarse con prostitutas, hasta con su propia prima. Haber gozado de tocar su cuerpo voluptuoso con mal olor. De entrelazar las manos en sus pechos engrandecidos, y cometer incesto frente a su nariz de ala ancha.
Por creerlas a todas buenas en la cama, que por comprometerse no tienen otra razón que aguantar que sus parejas sadomasoquistas las aten a las camas buscando placer, el placer que solo los hombres saben encontrar en las ideas mas escondidas de los tabúes de la gente.
Con su mente sucia llena de recovecos calurosos, ardientes por una noche mas en brazos de otra que no sea su esposa. Y no se me viene más a la mente que eso.
Con sus ojos bien abiertos gritándome que alguna desviación sexual debía tener, con sus grandes manos callosas apuntándome y con su aliento a pescado cosido que llego hasta mi sien.
Es un enfermo, o se comportó como uno de esos.

1 comentario:

. § . dijo...

Con tu texto vi de forma espectral:


Uans letras que salen en un libro de Sarte, una novela llamada "la nausea"

El personaje principal nosa ve porque chucha, pero termina fornicando con una guatona mas fea que pañal con caca, edionda a leche en una bodega o algo así.

Me dieron ganas de volver a leer dicha novela.
ahora.

mientras me tomo este vaso de leche, frío, sin azucar.




Saludos.
. § .